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Allá, en las tierras altas

Allá, en las tierras altas,
por donde traza el Duero
su curva de ballesta
en torno a Soria, entre plomizos cerros
y manchas de raídos encinares,
mi corazón está vagando, en sueños…
¿No ves, Leonor, los álames del río
con sus ramajes yertos?
Mira el Moncayo azul y blanco; dame
tu mano y paseemos.
Por estos campos de la tierra mía,
bordados de olivares polvorientos,
voy caminando solo,
triste, cansado, pensativo y viejo.

Cow-Boy

En el Far West
donde hay una sola luna
El Cow-Boy canta
hasta romper la noche
Y su cigarro es una estrella errante.
su potro herrado con alas
jamas ha tenido un desperfecto

Y él
la cabeza contra las rodillas
danza un Cake Walk

New York
a algunos kilómetros
En los rascacielos
Los ascensores suben como los termómetros

Y cerca del Niágara
que ha apagado mi pipa
Miro las estrellas salpicadas

El Cow-Boy
sobre una cuerda de violín
Atraviesa el Ohio.

Cancioncilla Serrana

Morenita de Ronda,
¡amor mío!

(Bajo la peña
corre el río.)

Morenita de Ronda,
¡doncella!

Es de noche, no hay gente
por la carretera.

Jamás iré a besarte.
Tú me estás esperando.

(Yo soy para otros labios.)

Olvídame en el pueblo
del aire y de la roca.

¡Oh morenita de Ronda!

Canción

Tan, tan.
¿Quién es?
El Otoño otra vez.
¿Qué quiere el Otoño?
El frescor de tu sien.
No te lo quiero dar.
Yo te lo quiero quitar.

Tan, tan.
¿Quién es?
El Otoño otra vez.

Tierra y Luna

Me quedo con el transparente hombrecillo
que come los huevos de la golondrina.
Me quedo con el niño desnudo
que pisotean los borrachos de Brooklyn.
Con las criaturas mudas que pasan bajo los arcos.
Con el arroyo de venas ansioso de abrir sus manecitas.

Tierra tan sólo. Tierra.
Tierra para los manteles estremecidos,
para la pupila viciosa de nube,
para las heridas recientes y el humedo pensamiento.
Tierra para todo lo que huye de la Tierra.

No es la ceniza en vilo de las cosas quemadas,
ni los muertos que mueven sus lenguas bajo los árboles.

Encanto del Azahar de las Novias, El

Estaba triste y mudo el azahar
Y yo le pregunté:
«¡Salve!, dulce adorno de las novias,
Blanco enigma de la felicidad,
Presagiador de pureza en el sexo
Con aroma casto de fecundidad.
Flor de ensueño en las almas de virgen,
Gran heraldo de noches de amor
Que pareces rocío congelado,
Pedrería con vida y con olor.
Tenue prehistoria de la naranja
Que evocas místico a la cuna,
Vago nocturno de perfume,
Rayo cuajado de la luna.
¿Te quieren mucho todas las novias?
Dulces sentires te contarán».

Pero noté que perlas lloraban