Cogiendo Moras

Haz cuenta que nos ves en otra tarde
De las que ostenta el ardoroso estío,
Mas no á la orilla del tranquilo río
Que tiñe el sol con esplendente alarde...
Vamos, en medio de apartada senda
Circundada de plantas cimbradoras,
A recoger las encendidas moras
Que han menester en la querida hacienda.
Adornados doquier de frutas rojas
Que miramos brillar como corales,
Los altos y espinosos matorrales
Cubren la cerca con sus verdes hojas
Dan sombra extensa al florecido suelo
Y entretelen con tintas de esmeralda
Trepadora y bellísima guirnalda,
O pintoresco y recamado velo.
¡ Silencio y soledad! ...sólo la brisaMece con dulce entonación las flores;
Sólo se oyen del campo los rumores;
Sólo se ve la sin igual sonrisa
Del cielo azul sobre el follaje enhiesto
Donde vuelan abejas zumbadoras,
Y de entre el cual las desgajadas moras
Cayendo van al anchuroso cesto.
—Encuentro pocas...—Por el otro lado
Mira un racimo que alcanzar pudieras!
—No me atrevo á cogerlo con tijeras...
—Sacude, pues. ..—Se me cayó al vallado!
—Y es el cuarto ó el quinto... ¡ no procuras
Coger ninguna !...—Porque pesa el cesto.
—Aquí hay unas grandísimas.—Protesto...
Que es preciso comerlas, por maduras!
—¿ Qué se hicieron ?—Están sobre la grama…
Tu parte es ésta y la mitad es mía.
Tienes razón...y lástima sería
No aprovechar tan suculenta rama!
Sobre un agreste y primitivo plato
Que fabricamos con enormes hojas,
Las moras negras de las moras rojas
Separamos.. .comemos. ..pasa el rato...
Volvemos á buscar otras mejores;
Y entre tanto los rayos inhumanos
Queman del sol, y punzan nuestras manos
Zarsas cubiertas de espinosas flores.
De ese jugo brillante están teñidas...
Nuestros dedos, de espinas lacerados...
Y llevamos á casa, de esos prados,
Pocas frutas! ¡ muchísimas heridas!
¡ Oh dichas de este mundo engañadoras!
¡ Breves placeres de mentido alarde!
¡ Cuán bien os parecéis de aquella tarde
A las vistosas y encendidas moras!
Desde lejos os vemos... ¡ Sois divinas,
Al parecer, y de color brillante...
Pero ¡ ay! vuestro sabor dura un instante,
Y después nos dejáis manchas y espinas!

Rate this poem: 

Reviews

No reviews yet.