A Virginia Y Rufino

Recuerdos de infortunios y delicias
De otro mundo tal vez, llevo en el alma;
De lamentos y adioses y caricias,
De un amor infeliz memoria vaga.
Sueños o realidad, el bien perdido
Es esta sombra que mi frente empaña;
Mas al veros dichosos, al olvido
Doy el dolor y sécanse mis lágrimas.
¿Qué os dije de infortunios y dolores?
Para una eternidad, vuestro amor basta,
Y aquí en la tierra cubrirá de flores
Paterno amor la senda que os aguarda.
Si alguna vez os cuentan que leyeron
Mi nombre en una tumba solitaria,
Bajo los verdes bosques do corrieron
Los venturosos años de mi infancia...
Orad, orad por el amigo ausente;
Del bueno la oración, al cielo alcanza:
Por mí favoreced al indigente;
Es de ángeles o un Dios secar sus lágrimas.

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