Cuando La Vaca Viene Al Sesteadero

Zagales alegres, cantores del campo,
Venid un secreto muy dulce a escucharme;
Lo ignoran los señores;
¿Me prometéis guardarle?
¿Cuál es la mayor dicha
Que puede ambicionarse?
De una linda zagala mirar los ojos negros,
Entre claro y oscuro,
Cuando la vaca viene al sesteadero.
No dan esa dicha la regia corona,
Brillante coraza ni lecho de plumas:
Está bajo los bosques
De abedules oculta,
En las hermosas vegas
Que la campiña surcan,
De la pastora amada en los labios bermejos,
Entre claro y oscuro,
Cuando la vaca viene al sesteadero.
Entonces el alma se asoma a los ojos
De aquella que amamos, y ardiente nos mira:
De amor son los suspiros,
De gozo las sonrisas...
¡Oh! ¡quién una corona
Entonces cambiaría
Por la pastora linda que le concede un beso,
Entre claro y oscuro,
Cuando la vaca viene al sesteadero.
Ved ese mancebo que sube al collado:
Guardó ya en seguro redil las ovejas:
Sus corderillos duermen;
Dormir él no desea
Porque de amor se abrasa,
Y a encontrar va a su bella,
Que le espera temblando de amor, placer y miedo,
Entre claro y oscuro,
Cuando la vaca viene al sesteadero.
La fama y fortuna ¿que bienes en pago
De tantos desvelos ofrecen al hombre?
El oro y vanas glorias?...
De los humanos goces
Dadme aquel con que sueñan
Amantes corazones:
Mi pastora querida, su talle y labios frescos,
Entre claro y oscuro,
Cuando la vaca viene al sesteadero.

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